• Las empresas atraviesan por un gran desafío en torno a la retención del talento, por lo que es momento de ofrecer algo más allá de un sueldo competitivo, y agasajarlos con experiencias.

Muchos de los cambios empresariales que se produjeron en los últimos años, llegaron para quedarse. Actualmente, la modalidad de teletrabajo o la versión híbrida forman parte de los atributos que ofrecen las compañías, así como horarios flexibles y herramientas tecnológicas. Sin embargo, todo este proceso cambiante ha ocasionado un debilitamiento en su clima laboral y como consecuencia, la retención y atracción de nuevos talentos es un gran desafío para las empresas.

En este contexto, las compañías buscan las estrategias adecuadas para devolver la ilusión a su público interno, que ya no solo prestan atención al aspecto monetario o crecimiento profesional, sino que requieren del reconocimiento emocional que va un paso más allá en la retribución.  

Desde Bigbox, la empresa líder en regalos de experiencias, están convencidos que la nueva forma de hacer Recursos Humanos es estableciendo un vínculo emocional entre los empleados y sus empleadores. Por ello, la mejor manera de hacerlo es reconociendo su labor mediante un agasajo que les permita vivir y disfrutar de una experiencia. Los presentes físicos ya no son una prioridad, ahora las personas prefieren gozar de momentos que generen experiencias como viajar, aprender cosas nuevas, entre otros.  

“En el 2021 vimos con satisfacción que cada vez más, las empresas recurren a regalos de experiencias para sus trabajadores y eso se reflejó en las cifras de venta que nos acompañaron. Más de 2.900 empresas optaron por regalos de experiencias, lo cual representó un crecimiento de 103% respecto a 2020, a nivel regional”, comentó Chanel Serpa, Country Manager de Bigbox Perú.

Asimismo, la ejecutiva agregó que para este año se continúa observando un creciente interés de las empresas por seguir eligiendo este tipo de detalles para su público interno.

Los regalos de experiencias no solo hacen que los empleados sientan que sus esfuerzos son vistos y apreciados, sino que también benefician a la empresa al motivarlos a trabajar aún más. Esta práctica puede ayudar a retener a los mejores talentos. De esta manera, los colaboradores asociarán el momento vivido a la empresa que se los regaló y así se reforzará el lazo con los empleados.