Es común que los hijos se rehúsen a llevar vacaciones útiles, puesto que al escuchar la frase “colegio en verano” les parece sinónimo de estudio y entrega de tareas. Sin embargo, si la enseñanza es dada a través del juego y la diversión, puede convertirse en una gran aventura para el menor.

Es en ese sentido, que el instituto Cibertec brinda algunas recomendaciones para convertir el salón en un espacio feliz de recreación y entretenimiento, sin perder la educación integral.

1. Selecciona la clase de acuerdo a la edad: En orden de mantener el interés de los niños y jóvenes, es recomendable que la malla curricular sea adecuada para sus edades. En Cibertec, los cursos cortos Kids & Teens están organizados para las edades de 7 a 12 y 13 a 17, respectivamente.

2. Escucha y comprende: El primer paso para que tus hijos se diviertan en las vacaciones es dejar que ellos escojan sus actividades. De esta manera, se permite que la toma de decisiones sea de acuerdo a sus propias preferencias e intereses, lo que hará del curso elegido la mejor opción para ellos.

3. Dinámicas al aire libre: Los niños se divierten cuando el taller es recreativo y los ambientes cambian constantemente. Si se mantienen a los estudiantes encerrados en un mismo salón de 4 paredes pegados en el libro, sus capacidades coordinativas y de concentración son retenidas, lo que aumenta el aburrimiento y las desganas de volver a asistir a la clase.

4. Horario flexible: El descanso es primordial para que los niños puedan disfrutar del aprendizaje y no saturarse. A veces, es necesario que ellos tengan tiempos de ocio para que ellos mismos busquen actividades creativas que los entretengan. En Cibertec se promueven diversos cursos de tecnología, diseño y arte en modalidades tanto online como presencial para que los matriculados tengan mayor accesibilidad.

5. Enseñanzas que se aplican en situaciones reales: Además de que está comprobado que aplicar los conocimientos en la vida real promueven las capacidades emocionales y el razonamiento lógico, también motivan a querer seguir descubriendo nuevas cosas. El aprendizaje en la vida cotidiana suma experiencias gratificantes que induce al niño a seguir yendo a clases para continuar en aplicar sus conocimientos.